Nómina de abril y tendencias
byEl tiempo pone a cada uno en su sitio y la nómina del mes de abril confirmará que la firma del acuerdo de equiparación, en marzo de 2018, fue un acierto. A nadie se le escapa ya que, sin acuerdo, este mes no percibiríamos cada uno de nosotros 380 euros más brutos al mes, de los cuales 300 llegarán fruto del acuerdo de equiparación salarial. Invito a todos, incluso a los más críticos con la firma, a que comparen en la nómina que se remitirá esta semana su salario bruto con el percibido en el mismo periodo del año pasado. Sindicatos y Asociaciones tomaron la decisión acertada. Actuaron con responsabilidad y lograron un acuerdo histórico para el colectivo que el paso de los años pondrá en valor. Todo ello sin renunciar a ningún derecho socio-laboral tal como pretendía inicialmente Interior.
El principio elemental de cualquier avance es asegurar el terreno y trabajar para conseguir lo máximo posible, que no es otra cosa que la equiparación salarial, por la que mi Sindicato lleva tantos años luchando y que llegará de la mano de ese acuerdo tan criticado, de forma interesada, por algunos.
Muchos compañeros empiezan a abrir los ojos y a ver cuáles eran las verdaderas intenciones de las partes. La ejecución de 2/3 del acuerdo con las cantidades anunciadas hace más de un año. La parte de 2020 pendiente de abono y la inyección que arroje el estudio de la Consultora dibujan un escenario bastante distinto que el que nos pintan los del #QuítateTuQueMePongoYo.
Mi sindicato seguirá trabajando con la máxima diligencia para que en 2020 la equiparación salarial sea una realidad, gobierne quién gobierne a partir del domingo. Podríamos estar todos unidos, pero en diciembre de 2017 a unos eligieron la vía de la confrontación, de la tensión y de la de la división.
Esta semana he podido comprobar lo retorcida que puede llegar a ser la mente de algunas personas: un compañero de la VIII UIP tiene a su hijo de 19 meses gravemente enfermo con leucemia. Tiene derecho a que la Administración le reconozca el 99% del permiso retribuido, pero solo accede a autorizar el 50%. El Policía acude al Sindicato a reclamar sus derechos. El SUP, de inmediato, pone a su disposición los medios jurídicos de los que dispone. El 15 de marzo se presenta un recurso de reposición cuya resolución se retrasa más de lo debido. Llega el 22 de abril y Carlos Ortizdebe incorporarse a su nuevo destino. Para tratar de ayudarle, provisionalmente y hasta la resolución de su situación por parte de la Administración, el SUP le cede una liberación, una vez analizada la gravedad del caso. Que haya gente que critique una decisión así, es lamentable. La publicidad que inicialmente dio La Voz de Galicia al conocer la historia está dirigida a tratar de solucionar este caso y situaciones futuras. Esa es la única cuestión. Que se conceda para estos casos lo que demanda al funcionari@ afectad@. En cuanto a la gravedad y a la oportunidad, decir que en el momento que hubiese tenido conocimiento de un hecho de similares características, hubiese impulsado idéntica acción. Hoy o hace 4 años cuando comencé con mi liberación. El que me conoce, sabe que lo haría. La situación de Carlos y de su familia se ve agravada por el hecho de que en A Coruña no tenían arraigo. Su pequeño Diego había estado casi dos meses ingresado con sesiones de quimioterapia de 13 horas, y, además, llevaban más de dos meses sin ver a su hijo mayor, de 3 años. Estas situaciones no se eligen. A Carlos y a su familia le está tocando vivir este calvario, pero son fuertes y el pequeño saldrá adelante. Esperamos y deseamos que la Administración reaccione y acceda a lo que pide Carlos. A lo que pedimos todos. Es de justicia. Es de humanidad.
Esta forma de actuar, marca la tendencia de las personas. Esas que están por encima de siglas o de organizaciones sindicales y que unos pocos, de forma torticera, se niegan a aceptar.