No me quieras tanto, quiereme mejor

2:31 de la madrugada, estoy viendo el Chiringuito de Jugones al tiempo que cuido de mi Señora madre en un hospital gallego. Veo a los compañeros de Jusapol entre el público de Mega y aplaudo su iniciativa de hacer visible el mensaje por el que tanto tiempo llevamos peleando los policías.

Y aquí estoy, dándole a la tecla. Quiero hacer una reflexión sobre el momento en el que se encuentra la equiparación salarial de Policía Nacional y Guardia Civil con las Policías Autonómicas.

Tras el empuje de Jusapol. Tras la declaración de conflicto colectivo, efectuada por los sindicatos representativos el pasado 29 de noviembre. Tras las mayores manifestaciones vistas jamás. Tras la Unidad histórica de Policía y Guardia Civil. Tras el apoyo de medios y ciudadanos, el próximo día 16 de enero los policías tenemos la vista puesta en la reunión extraordinaria de la Comisión de Personal y Proyectos Normativos. A la misma comparecerá el ministro para aportar su plan de equiparación salarial. A la reunión están convocados los 16 vocales del Consejo de Policía en representación de los policías. Estos días, son muchos los compañeros que me preguntan si asistirá Jusapol al pleno del Consejo. Personalmente, creo que debería asistir. Sería positivo. Podrían ver en primera persona la defensa que se hace en ese foro de los intereses de los compañeros. Comprobar las sólidas argumentaciones de los vocales y la titánica lucha contra el muro infranqueable de la Administración, contra un Órgano que no es vinculante. Para poder participar debe ser el presidente del pleno quien les convoque. Esperemos que el Sr. Zoido considere esa opción.

Hay muchas esperanzas puestas en esa reunión. A la vista de las promesas incumplidas en torno a la equiparación salarial, de este y de otros gobiernos, no nos podemos fiar. El día 16, el ministro tratará de seguir ganando tiempo, emplazándonos a una nueva reunión, a otro estudio, poniendo condicionantes y estirando la goma. Con o sin Jusapol en el pleno, debemos confiar en los sindicatos. No van a firmar nada que no esté amparado por el colectivo y por supuesto, no van a rubricar nada que no sean 500 millones para nóminas en 2018 y el compromiso de, al menos, otros 1.000 millones en los dos años siguientes. En este sentido, es importante que una parte de esa partida inicial vaya a parar a la reclasificación al grupo B para la Escala Básica, de manera que la subida repercuta también en las pensiones de jubilación, orfandad y viudedad.

Juan Ignacio Zoido Álvarez, puede pasar a la historia como el mejor ministro del Interior que hayan visto las FCSE y también la sociedad española. Tiene la oportunidad de corregir la injusticia salarial más estúpida de la democracia.

De oratoria el ministro anda sobrado. Ahora, falta que esa verborrea se concrete en compromisos firmes, en cuantías y en plazos. En la firma de un acuerdo de equiparación salarial que zanje la desigualdad sin capotazos de infraestructuras y medios ni gaitas. Sólo dinero para mejorar las retribuciones en esta primera fase. Es una demanda histórica. La sociedad la apoya. Es el momento de decirle a Zoido: “no me quieras tanto. Quiéreme mejor”.

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